CLAVES PARA EL MANEJO EMOCIONAL DURANTE EL ESTADO DE ALARMA
Hace una semana se declaró el Estado de Alarma, hemos sentido como nuestra vida se ha paralizado, como los ritmos de las rutinas se han ralentizado, sentimos un poco de desorientación temporal y los días pasan tan rápidos como lentos, tan pesados como calmados, tan estresados, como aburridos,…
Los sentimientos que inundan nuestros pensamientos y se materializa en nuestro cuerpo, son en muchas ocasiones de preocupación, tristeza, miedo,… echamos de menos a los nuestros, tenemos incertidumbre ante los próximos acontecimientos… ¿Cómo va a afectar esto a mis familiares? ¿Perderé el empleo? ¿Cuánto tiempo tardaremos en recuperarnos? ¿Cómo lo llevarán nuestros hijos e hijas? ¿Cuándo podremos volver a la normalidad?
El miedo es una emoción adaptativa y saludable, prepara al organismo para huir de una situación adversa que pone en peligro tu integridad física. Hemos evolucionado todos gracias a esa emoción, veíamos un león, nuestro sistema simpático se ponía en marcha, la respiración se agitaba, nuestro cuerpo se tensaba y eso nos permitía huir y estar a salvo. Sin embargo, ¿Qué pasa cuando esa respuesta automática se activa ante un evento externo, no controlable y permanente en el tiempo?
El miedo intenso y extremo lleva a situaciones de bloqueo emocional, parálisis e impotencia. Mantenerse en un estado de nerviosismo durante mucho tiempo minimiza tu concentración, focaliza la atención en el evento adverso y puede afectar en tu rendimiento personal. Se pueden sentir agitación, nerviosismo, tensión, aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada o sudoración.
Por estos motivos, lee las siguientes pautas de actuación para promover tu bienestar mental físico, y emocional en estas situaciones. Esto es una carrera de resistencia, no de velocidad.
- RUTINAS DIARIAS. Planifica y establece metas a corto plazo cada día. Si tienes menores a tu cargo, intenta crear un hábito de trabajo diario que les permita ordenar y estructurar el mundo como algo organizado y estable. Es interesante establecer una rutina de ocupaciones durante la semana, y otra para los fines de semana manteniendo esa diferencia.
- Por la mañana, nada más levantarte, SINTONÍZATE CON LA ACTITUD QUE QUIERES TENER. Como si tuvieras un enchufe o pudieras conectarte con una emisora de radio, puedes elegir qué intención le pones al día. Por ejemplo, puedes desayunar viendo el telediario o leyendo toda la información que hay en las redes sociales, o puedes elegir hacer un poco de ejercicio, yoga, meditar, prepararte un desayuno con calma y cuidado, poner la canción que te gusta y sentirte agradecida o agradecido. Estos primeros minutos, crean un disposición corporal y mental que te van a permitir filtrar la información y acontecimientos del día de forma diferente. Es una armadura corporal y emocional que te protege y te sostiene.
- HÁBITOS DE HIGIENE Y AUTOCUIDADO CORPORAL. Mantén la rutina de levantarte, desayunar, ducharte, peinarte, vestirte, darte crema,…etc. Si dejas de lado estas prácticas, tu mente interpreta comodidad, pereza y abandono personal.
- CAMBIA LA SOBREINFORMACIÓN POR ACEPTACIÓN. Para minimizar la ansiedad y el miedo a la incertidumbre podemos tener el impulso constante de buscar información, pero ésta, en ocasiones es falsa o no nos ofrece respuestas inmediatas a nuestras dudas, porque quizá, todavía no existen. Pon el foco en la aceptación, cree en tu fortaleza personal y recuerda las dificultades que has superado en el pasado y ten confianza que serás capaz de gestionar esta situación.
- LA INFORMACIÓN JUSTA Y FIABLE. Busca fuentes de información oficiales y contrastada por expertos: Ministerio de Sanidad, profesionales de la salud, Organización Mundial de la Salud (OMS)…
- SE CONSCIENTE DE TU COMUNICACIÓN.
- Apóyate en familiares y amigos. Busca la intimidad y conexión emocional con personas cercanas, aunque estén en la distancia.
- No contribuyas a la difusión de bulos o noticias faltas
- Puede ser liberador compartir la preocupación, pero es contraproducente hablar todo el tiempo del mismo tema.
- AYUDA A OTRAS PERSONAS. Está demostrado que las personas altruistas, compasivas y que se ponen en el lugar del otro para ayudar, son más objetivos con su situación personal, tienen más perspectiva y minimizan su sentimiento de soledad. Reflexiona y pregúntate, desde tu situación actual ¿Cómo puedes ayudar a los demás?, quizá a alguien cercano a ti, compartir tus habilidades online, hablar o escuchar a una persona esta sola…etc.
- SIENTE QUE PERTENECES A ALGO MÁS GRANDE QUE TÚ MISMO. Nos hemos acostumbrado a un ritmo de vida rápido, individualizado, cada uno centrado en sus propios problemas… Esta experiencia nos pone a todos en una experiencia común, todos tenemos que mantenernos en casa, sintiendo emociones semejantes… Siente que eres parte de la humanidad.
Para acabar, esta experiencia es UNA OPORTUNIDAD PARA OBSERVARTE, CONOCERTE Y DECIDIR ACTIVAMENTE LA PERSONA QUE QUIERES SER. En ocasiones, la mente está tan ocupada con responder a los eventos externos, que reaccionamos de forma automática e impulsiva. Ahora, más que nunca, puedes elegir momentos en el día para conectar contigo, observar tu estilo de afrontamiento, y reequilibrar tus prioridades.
¡Saldremos adelante!
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